Sunday 13 September 2020

EL DIÁLOGO ENTRE UN HOMBRE Y UNA CICADA

Sol en el cenit, calor tropical y de lejos llega un peregrino exhausto que busca sombra. Desde la distancia, ve un enorme árbol de mango frondoso y se sienta debajo de él. Como todo en la naturaleza se presenta en abundancia, notó que el árbol estaba lleno de frutas y flores y un verdadero alboroto de insectos voladores tarareando sus alas: la abeja chupando la miel, las mariposas susurrando las alas, las hormigas buscando las resinas que rezumaban los leños, los grillos mordisqueando las hojas viejas llenas de hongos, y las cigarras, tal vez miles, con su canto ensordecedor que sale de una especie de altavoz con membranas vibrantes en el abdomen. ¡Para él, la sombra ideal descansa! Descansa, pero no silencio.

Pasados unos minutos, incapaz de tomar una siesta reparadora, se enfrenta desesperado a una ruidosa cigarra buscando un amante con quien aparearse y le dispara una pregunta ...

- Cri, crii, criii, criiii, criiiii ...

- ¿Siempre la misma canción, cigarra? ¿Siempre lo mismo? … ¿Cuándo terminarás con este chillido acelerado? ... ¿Cuándo inventarás una nota diferente en tu canto? … ¿Cuándo descubrirás algo menos monótono? ...

- ¿Qué dices, oh hombre? ¿Monótono mi canto? ¿Y el tuyo? ...

- ¿Mío?

- ¿Sí, tu canción, de todos los días, de todos los años, de todos los siglos?

- ¿Qué canción, cigarra? ...

- "Mi amor ... Mi amor" ... muchas veces he visto a muchas parejas bajo la sombra de este árbol morir de amor, y nunca los oí decir nada más. Ni siquiera sabía que había otra melodía en tu idioma. "Mi amor", dice. "Mi amor", responde ella - y nada más ...

- Es cierto, cigarra, pero debes saber que nosotros ...

- Bueno, también debes saber que las cigarras hacemos lo mismo. Llamo a mi pareja, desde el otro árbol, y le digo que la amo - y ella responde desde allí que me ama y que vendrá a visitarme ...

¡Escucha, hombre! Antes de que vinieras aquí, otras parejas de amantes se quedaran también sentadas a la sombra de este árbol y sus ascendentes, y nunca dijeron nada más que Mi amor ... Mi amor ... Este árbol de mango me dijo que, en tiempos muy remotos, ya había estado sentada a la sombra de sus antepasados una pareja muy feliz, que Dios había creado ...

- ¿Y qué decía esta pareja que había dejado las manos de Dios?

- Lo mismo que dices: Mi amor ... Mi amor ... Y creo que está bien. Cuando el corazón habla, no se necesita mucho. Solo uno. Y cuando el corazón habla muy fuerte, el silencio es suficiente para todo ...

Nosotros, las cigarras, cantamos cuando estamos lejos unos de otros, y guardamos silencio cuando estamos cerca ... Ustedes los hombres hablan incluso cuando están juntos. Parece que amamos más que ustedes porque nuestro silencio es mejor ...

- ¡Qué extraña filosofía, oh cigarra! ... pero, de todos modos, en parte tienes razón ... El amor, cuando es vasto y profundo, solo necesita una cuerda, una sola arpa, para decir todo lo que siente. E incluso esta sola cuerda y esta simple arpa pueden terminar en reticencia y silencio cuando el amor alcanza su cenit ...

- ¿Sabes, oh hombre, por qué el sol no canta? ¿Por qué las flores viven tranquilamente? ¿Por qué el azul del cielo es mudo? ...

- ¿Por qué sería cigarra?

- Es porque aman tan intensamente que cualquier palabra diría menos de lo que dice el silencio ...

- ¿Qué aman ellos?

- Yo no sé. Pero aman algo muy amable y eso no les permite hablar, para no perturbar la sinfonía del amor ... porque hay un Ser invisible encima de nosotros que nos embriaga de amor. Cantamos y callamos por el amor de Él ...

Y la cigarra cantó, cantó, cantó ...

Su canto monótono ...

Su gran poesía ...

En medio de un inmenso silencio,

El silencio del amor ...

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