LA TESIS ABSOLUTA

Los grandes genios espirituales tienen poco respeto por las convenciones teológicas, ya que la humanidad carece de comprensión de las verdades espirituales contenidas en los mensajes divinos, y que por regla general se contaminan así que llegan en manos humanas.

Y esto se debe a que el hombre está firmemente acostumbrado a decir que "Dios es bueno" y se considera una blasfemia afirmar que Dios es malo. Y esta ideología tiene su razón de ser, mientras el hombre continúe viviendo en el plano horizontal de su moral, que lamentablemente resulta del concepto de que Dios es una entidad personal.

Sin embargo, si el hombre logra superar este nivel de moralidad, comprendiendo que toda la creación se originó en Dios y entrando en el nivel vertical de la metafísica, encontrará que Dios no es ni bueno ni malo, sino simplemente “ES” - y nada más. Dios es el SER como tal, y el SER no tiene atributos; es absoluto, porque cualquier atributo es relativo. El atributo restringe el alcance del SER, que es como una luz incolora, ni roja, ni verde, ni azul, pero que puede producir cada uno de estos efectos.

Así, Dios puede producir o permitir, en el nivel horizontal de existir, lo que el hombre llama “bueno” o “malo”, luz y sombra, sí y no, positivo y negativo, pero Dios no es ninguno de estos opuestos, o más bien, Dios es la “identidad de los opuestos”.

Decir que Dios es bueno o malo, justo o injusto, sea fiel o no, sabio o insipiente, es restringir los atributos de este SER ABSOLUTO.

¡Dios es simplemente la TESIS ABSOLUTA!

En la naturaleza no humana, Dios produce directamente todo lo que es “bueno” y “malo”.

Al nivel de la naturaleza humana y sobrehumana, consciente y libre, Dios produce indirectamente lo que es bueno o malo, porque les da a estos seres la habilidad de ser esto o aquello, sabiendo que las criaturas conscientes y libres actuarán tanto en esto como en aquello sentido, positivo o negativo, es decir, el resultado de su libre albedrío.

Es una idea ingenuamente infantil que Dios creó un mundo de luz pura sin oscuridad, pero debe decirse en todos los jardines de infancia y escuelas primarias y colegios, en todas las iglesias y templos de la humanidad espiritualmente primitiva, porque la humanidad masiva seguirá necesitando, durante muchos milenios, esta ideología horizontal para caminar “bien portada”, aceptando lo que los teólogos tienen poco convincente que decir.

Si el hombre todavía se porta mal con esta moral, ¿qué sería de la humanidad, si faltara ese freno?

Pero cuando el hombre alcanza la plena madurez del espíritu y experimenta al Dios del Universo en sí mismo, encontrará que no es ni bueno ni malo, sino que Dios simplemente “ES”, sin necesidad de agregar nada para completar, positivo o negativo.

Dios, que está “más allá del bien y del mal” tiene sus agentes positivos y negativos, encargados de llevar a cabo el grandioso propósito cósmico, y nadie ha recibido el poder de frustrar la actividad de un solo átomo de ese objetivo. La criatura consciente y libre no tiene la opción de realizar o no este drama cósmico, sólo tiene la opción de elegir cómo hacerlo; puede lograr el propósito eterno disfrutando o sufriendo, y esta es la única alternativa en el poder del hombre. Si, eventualmente, cualquier criatura pudiera frustrar uno de los planes de Dios, lo finito habría prevalecido sobre el Infinito, el Creador sería derrotado por su criatura.