Tuesday, 7 September 2021

NO SOLO DE PAN VIVIRÁ EL HOMBRE

El debate sobre las diferentes modalidades de alimentos para el consumo humano, y cuál es la mejor dieta para ellos, se ha desarrollado durante siglos, desde tiempos inmemoriales. Se sabe que el hombre fue durante mucho tiempo cazado, se convirtió en presa de otros animales que se alimentaban de él, o que invadían sus territorios, etc. Sin embargo, de cazado aprendió a ser cazador, y de su propia especie inclusive, de la que saboreó la carne de sus semejantes en rituales de canibalismo. Al hombre le gustó tanto esta actividad depredadora como el sabor de la carne, que hoy en día, vastas extensiones de tierra del planeta se utilizan para alimentar el hambre de carne de cadáveres heredados de sus antepasados.

Pero la Tierra también ofreció en abundancia, otros manjares, como raíces, tubérculos, hojas y frutos, cereales y nueces, por no hablar de lo que ofrecían los mares y ríos, y que, con el tiempo y aumento de población, otras vastas extensiones de tierra y el agua se usa para saciar el hambre del hombre. Más recientemente, está convirtiendo su gusto en un consumo a gran escala de insectos y gusanos.

Pasan los siglos y el debate continúa ... ¿es el hombre carnívoro, macrobiótico, vegetariano (vegano, modalidad radical de reciente creación), pescetariano, crudívoro, flexitariano, frugívoro o insectívoro etc.? ¡Y la lista continuará con nuevas modalidades!

Si queremos analizar desde la arcada dentaria humana, seguro que llegaremos a la conclusión, por relativa que sea. Tenemos los incisivos para cortar, pero no tenemos los caninos afilados, que desgarran. Nuestros premolares y molares no tienen la anatomía de los rumiantes, ¿entonces podemos decir que el hombre es omnívoro? ¿Quién come todo a su gusto?

¿Quién debería responder a esta pregunta? ¿A cada uno, desde su carácter, o moral y ética, se supone?

Un documento científico reciente transmitido por BBC Televisión en Londres titulado “Gut Feeling”, mostró una variedad de investigaciones conductuales y estudios científicos en laboratorios con una gran cantidad de voluntarios que se presentaron como conejillos de indias humanos, lo que resultó en lo siguiente: que cuanto más diverso es nuestra ingesta de alimentos, mayor es nuestra supervivencia y salud, porque cuanto más grande y rica es nuestra flora intestinal, más sano se vuelve el hombre y más resistente es su organismo frente al ataque de una enfermedad.

Pero ... en todo hay polémica. Los más críticos, los de mente analítica intelectual, de ego emocional exacerbado, lo negarán todo.

“No sólo de pan vivirá el hombre” … Este precepto formulado por Jesús hace más de 2000 años, pero que tiene un enfoque metafísico mucho más amplio y actual, muestra que el ser humano en sintonía con la Causa Primaria también se alimenta, pero de otro tipo de ingesta: ¡de Energía Cósmica!

Si se abren las páginas, por ejemplo, del fascinante libro de Paramahansa Yogananda, “Autobiografía de un yogui”, para viajar en los asombrosos relatos de seres humanos de experiencia ascética, que no comieron ningún alimento. La famosa mística y estigma alemana Therese Newmann, con quien Yogananda había presenciado personalmente el fenómeno de las heridas en su cuerpo durante el período litúrgico de Cuaresma, ¡sobrevivió durante casi 40 años alimentándose diariamente de una sola hostia consagrada!

Dejando a un lado estos fenómenos, analicemos desde otro punto de vista sin prolongarnos en los conceptos de moral y ética; cultura, educación, tradición y vida cotidiana, y lo que motiva a un hombre a actuar de cierta manera, su carácter, ante los conceptos del bien y del mal.

Se debe evitar comer carne sintiéndose culpable, sobre el dolor y el sufrimiento impuesto a los animales. Pero alimentarse solo de raíces, verduras, cereales, frutas y frutos secos ... ¿no es también una forma de destruir la vida? ¿Y el costo para el planeta, del desempleo que se genera si todos se adhieren solo a una forma de dieta? ¡Cuánta comida se tira a la basura! Las estadísticas muestran que, de cada 5 paquetes de supermercado con comida, uno se descarta porque no se consumió a tiempo y se pudrió o ya venció.

¡Un dilema extremadamente complejo, llegando a un punto muerto!

Optar por la ética a favor de los no humanos es una actitud de los más virtuosos. Sin embargo, abdicar de la ética con sus contrapartes humanas es la reacción más hipócrita y paradójica. Tratar a los no humanos de una manera y a los humanos de otra es una aberración ...

Adolf Hitler, que no bebía ni fumaba, ¡era estrictamente vegetariano!

Por tanto, conviene recordar: hacer de la ética un hecho reconocido sin poseer a los místicos, casi siempre conduce a la conciencia de vanidad y autocomplacencia, que ya es una derrota. La ética sólo existe pura, sin sacrificios, si existe como actitud simultánea a la experiencia mística; así, preservándolo sano y verdadero, bello y ligero.

“El hombre no vivirá solo de pan” … es una advertencia sutil. Jesús, el autor de esta frase extendió en este comunicado, una invitación a un banquete al que acudieron muy pocos y aún hoy en día hay sillas vacías sobre la mesa porque el banquete espiritual suele ser indigesta para el profano. Él mismo bebía y comía en todas las mesas, y no se sabe si determinó una dieta específica para él, ni los Evangelios se refieren a una dieta formulada para todos. Criticó la glotonería, pidió la armonía de carácter y comportamiento y terminó sus argumentos con la más brillante de las advertencias:

“No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino que sale de la boca, porque procede del corazón, eso es lo que lo contamina.”

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