Las siguientes verdades, cuando se consideran y se comprenden en profundidad, producen grandes beneficios espirituales y materiales. Conviene pronunciar el que más afinidad tenga con el alma de cada persona, lentamente, sobre todo antes de dormirse:
1)- Me uno con todas mis fuerzas al Espíritu Infinito.
2)- Dondequiera que esté, Dios está conmigo - ¿y qué daño me puede pasar donde está Dios?
3)- En la intimidad de mi ser, soy lo que Dios es, por eso, en mis acciones externas, también quiero actuar como Dios.
4)- Envuélveme, introdúceme la Luz Blanca del Cristo eterno e interior para que ningún mal me alcance y para que todo el bien me pertenezca por derecho.
5)- Todas las cosas, incluso las más pequeñas, son grandes cuando se hacen con la grandeza del alma.
6)- Líbrame, Señor, de la mezquindad de querer ser servido y enséñame la humilde grandeza de querer servir.
7)- Ningún daño que otros causen me duele porque no me hace mal. Solo el daño que le hago a los demás me perjudica porque me hace malvado.
8)- Nunca haré que mi felicidad dependa de algo que no dependa de mí.
9)- No soy mejor porque me alaban, ni peor porque me reprochan. Soy lo que soy a tus ojos, Señor, y según mi conciencia.
10)- ¡Dios, tú que eres Luz, Vida y Amor, envíame por todos tus mundos, visibles e invisibles, como un rayo de tu luz, como un soplo de tu vida, como un grito de tu Amor!
11)- Guíame, Luz Divina, por tus sendas, para que ninguna ingratitud me haga ingrato, ninguna amargura me amargue, ninguna malicia me haga malvado; ¡Que quiero sufrir todas las injusticias antes que cometer una sola!
12)- ¡Enséñame, Señor, a sintonizar las antenas de mi alma en tus ondas divinas, ¡a captar en mi receptáculo finito las vibraciones de tu vida infinita!
13)- Todo está en Dios, todo viene de Dios, todo vuelve a Dios.
14)- No maldigo las tinieblas del odio que me envuelven, pero enciendo en mi alma la luz del Amor.
15)- Desde que te conocí, Señor, hago las cosas pesadas con ligereza, las amargas con dulzura, las tristes con alegría, y esparzo el arco iris de paz sobre todas mis lágrimas.
16)- Afirmo la soberanía de mi sustancia divina sobre todas las tiranías de las circunstancias humanas.
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