Tal vez no. Posiblemente más repelente que atractivo. Tampoco es necesario que el hombre espiritual sea atractivo. Generalmente, no atrae a otros hacia sí mismo, su atracción lleva a los demás más allá de ellos mismos. Es como una de estas señales o flechas en el cruce de caminos, cuyo propósito no es solo señalar a los viajeros en la dirección a seguir, sino también ser abandonados después de haber tomado la dirección correcta.
El hombre espiritual no debe ser como un espejo que sostiene a quien lo mira, debe ser como una ventana abierta a través de la cual se muestra la belleza del paisaje y los vastos horizontes. Nuestro ego nos insinúa que seamos espejos atractivos, mientras que la verdadera espiritualidad ... nuestro Yo esencial divino, nos enseña a ser ventanas trascendentes.
Algunos de los discípulos de Juan el Bautista se escandalizaron cuando fue abandonado por sus antiguos seguidores, quienes fueron a seguir a Jesús, a lo que Juan respondió: “Yo solo soy el padrino de boda, pero él es el marido, debe crecer y yo desaparezco” - esto debía ser una ventana abierta a Jesús, no un espejo atractivo para uno mismo.
El hombre espiritual no hace que los demás sientan satisfacción en él, sino que contribuye a que los hombres se sientan insatisfechos consigo mismos, vean su imperfección y tengan un deseo de mayor perfección; es un vehículo, un puente, un canal, una flecha extendida hacia el Infinito; es un pasaje, no una parada; una entrada y una salida a Dios. Su mera presencia es una llamada de atención, un desafío, un ultimátum y un doloroso examen de conciencia; no es, en general, una personalidad fascinante; Es posiblemente más repugnante que atractivo debido a su lealtad directa a los principios eternos de la moral y la ética que inquietan a muchos y con eso ellos se sienten perturbados por su presencia. En su presencia, muchos comienzan a pensar en algo serio, algunos incluso aprenden a orar. El campo magnético que rodea al hombre espiritual hace que todas las agujas oscilen cuando no están debidamente polarizadas por el norte divino, y nadie sabe qué sucederá a continuación en las almas receptivas ... Puede haber terremotos, tormentas, incendios de Pentecostés ... Puede ser que muchos ídolos y fetiches, considerados intangibles y sagrados, caen de sus pedestales ...
“¡Sígueme!” ...
“Deja que los muertos entierren a sus muertos, ¡pero tú ve y proclama el reino de Dios!” ...
“¡Pase, da todas tus posesiones a los pobres y sígueme!” ...
Puede ser que alguien escuche en el silencio de su alma cosas tan aterradoras como estos truenos cuando abandona la presencia de un hombre espiritual.
¡Cuidado! ¡Alto voltaje! ...
¡Riesgo peligroso para la vida! ...
¡Mantén tu distancia! ...
¡Hay cerca, un hombre espiritual! ...
No comments:
Post a Comment