Thursday 3 June 2021

SIN RESISTENCIA NO HAY EVOLUCIÓN

“Sin resistencia no hay evolución”, es una frase que aparece en el libro “La gnosis de Princeton”, del filósofo francés Raymond Ruyer, en el que presenta sus propios puntos de vista filosóficos con el pretexto de representar las visiones de un grupo imaginario de científicos estadounidenses y otros expertos internacionales, en una profunda cosmo visión sobre el mundo y el hombre, en la “teoría de la conciencia de todos los seres vivos”.

Y esta misma verdad fue declarada simbólicamente en Génesis, donde Moisés habla del “aliento de Dios” en contraste con el “silbido de la serpiente”, para comenzar la evolución de la humanidad.

Toda la naturaleza confirma este hecho; todo se basa en la ley de polaridad. La luz, el calor y la fuerza son el resultado de dos polos eléctricos, positivo y negativo; si los filamentos de la lámpara no ofrecieran resistencia al paso de la corriente eléctrica, no habría luz.

Si la resistencia del calentador no dificultara el flujo de corriente eléctrica, no tendríamos calor.

Si el devanado de la dinamo no forzara la cadena durante una larga distancia, no tendríamos fuerza en el motor eléctrico.

Todo el macrocosmos sideral se basa en esta bipolaridad, oposición entre atracción y repulsión, cuyo equilibrio produce armonía en el Universo.

No tendríamos energía atómica y nuclear si la oposición entre protones y electrones no se concentrara.

No tendríamos una vida orgánica superior si los polos masculino y femenino no combinaran sus genes complementarios.

La evolución es resistencia, oposición, dificultad, lucha, sufrimiento, victoriosamente vencidos y armonizados.

Donde no hay lucha, no hay posibilidad de victoria, y donde no hay victoria no hay evolución.

- La involución es un descenso fácil.

- El estancamiento es el estado de inercia.

- La evolución es ascensión dinámica.

El hombre está aquí en la Tierra, como la criatura más creativa. La criatura creativa puede mejorar su potencial creativo heredado del Creador, basado en la resistencia superada.

Hay tres clases de sufridores:

- la retaguardia de los vencidos,

- el ejército de los conformados,

- la vanguardia de los vencedores.

Solo la tercera clase sabe cómo hacer que el factor de resistencia o dificultad sea una oportunidad para el progreso y la evolución ascendente.

Sin resistencia superada, no hay una evolución más alta.

Dice Francisco Otaviano, inspirado poeta brasileño del período romántico:

 

“El que pasó por la vida con alegría y sin sufrimiento,

Y en reposo tranquilo se durmió;

¿Quién no sintió el frío de la desgracia,

Quien pasó por la vida y no sufrió,

Era el espectro de un hombre, no era un hombre,

Simplemente pasó por la vida, no vivió”.

 

Y, en verdad, para consolidar esta ideología de la necesidad de resistencia y sufrimiento para la evolución espiritual del hombre, Jesús, en sus palabras de despedida, les dice a sus discípulos: “Te dije esto para que puedas tener paz en mí. Experimentarás tribulaciones en el mundo; pero tienes confianza; yo gané el mundo”.

El camino de la autorrealización es el ”camino estrecho y la puerta angosta”.

La resistencia es necesaria para la evolución del hombre. 

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