La comprensión universal significa amor, que es la abolición definitiva de cualquier forma de egoísmo unilateral, incluso en sus formas más “altruistas” y “sagradas”.
Hay tres formas de egoísmo, a saber:
--- egoísmo personal; que cuando alguien quiere para sí los bienes que no quiere para los demás y, a menudo, toma algo de los demás para sí mismo;
--- egoísmo nacional; cuando alguien o personas consideran que su patria es superior a todas las demás. El llamado patriotismo es una adicción que es tanto más peligrosa cuanto más camuflada con virtuosismo;
--- egoísmo eclesiástico; que proclama su iglesia o secta como la única religión verdadera y desprecia todas las demás formas de religión como obras falsas o satánicas. Este es el más desastroso de todos los egoísmos, porque se profesa en nombre de la Divinidad, la verdad y la conciencia. Cuando una persona ciega reconoce su ceguera, existe la posibilidad de una cura, pero cuando la ceguera se llama clarividencia, es incurable. Y esta es la razón por la cual el egoísmo eclesiástico es casi incurable, porque es egoísmo bajo la bandera de la santidad.
Mientras el hombre no supere estas tres formas de egoísmo, definitivamente no será redimido, y la humanidad no entrará en un período de verdadera tranquilidad. Todo egoísmo es anti-cósmico, anti-universal, anti-divino ... Superar este triple egoísmo significa comprender la verdad, la verdad liberadora. Mientras el hombre viva en la ilusión sobre sí mismo, no hay redención.
¡Comprender es Amor, y donde hay amor, hay justicia! Es un hecho reconocido, una verdad que no está demostrada y es fundamental para la unidad y la seguridad de la creación. Es la mística de la adoración, es el primer mandamiento, tan intenso, que espontáneamente se derrama éticamente en la actitud del segundo mandamiento hacia todas las criaturas de los Universos.
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