Tuesday 3 August 2021

¡COMIENCE POR HACER UNA LIMPIEZA BÁSICA!

- Estamos de fiesta ... flores por todas partes, en las mesas, en las paredes, en los alféizares de las ventanas.

- Pero olvidaste algo, amigo ...

- ¿Le ruego me disculpe?

- ¡Una limpieza completa de la casa! Mira las telarañas en la esquina ... ¡la basura en el piso!

- No importa ... ¡las flores ocultarán el desorden!

- Pero creo que antes de decorarlo con flores, es mejor una buena pasada, antisépticos, detergente, lejía, solvente, etc.

La felicidad es la vida en celebración y la celebración en la vida. Sin embargo, para tener una celebración y flores, es necesario hacer una limpieza central en la casa.

Desafortunadamente, nuestra civilización y nuestra vida social se basan casi todas en mentiras, fraude, codicia, falsedades, acciones y reacciones negativas, hipocresías y otras contaminaciones. Es raro ver a alguien que tenga actitudes positivas hacia los cambios, mejorando los valores.

- El ama de casa le indica a la criada que les diga a los visitantes que “no está en casa”.

- El comerciante tiene que mentir constantemente para vender sus productos a los clientes.

- ¡El lechero miente diciendo que la leche con 50% de agua es leche pura!

- Para hacer un mejor trato y satisfacer el gusto de los consumidores adictos, el enólogo añade a su vino una parte de agua y anilina, un puñado de especias y drogas nocivas.

- El farmacéutico falsifica medicamentos en el laboratorio para ganar más dinero, poniendo en peligro la vida y la salud de quienes necesitan tratamiento médico.

- El activista público le miente al público que su candidato es el mejor del mundo cuando sabe bien que su interés obedece principalmente al bolsillo.

- El locutor se pone de pie en el podio, consciente de su inigualable pericia y comienza el discurso con las conocidas palabras: “Yo, a pesar de mi absoluta incompetencia” ... haciendo una pequeña pausa para escuchar desde las primeras colas un murmullo de “no apoyado”, que es una suave caricia para su vanidad.

- “Encantado de conocerte” - ¿Con qué frecuencia este comentario revela solo sentimientos opuestos a los que dicen los labios?

- Casi todo lo que difunden los periódicos, la radio y la televisión es mentira al servicio de la codicia.

Tan empedernidos son estos y otros vicios sociales tóxicos que es casi imposible vivir en una sociedad sin estar contaminado por tal polución. Todo esto es suciedad moral, que hace virtualmente imposible el desarrollo de la verdadera felicidad.

Una vez fui a una tienda a comprar un artículo. Uno de los vendedores me mostró el artículo deseado, pero luego agregó: “No es el mejor del mercado; pero encontrarás mejores productos en esa tienda”, ¡indicándome la nueva dirección!

Tuve la impresión de estar presenciando un milagro; porque el vendedor debe asegurarme que el artículo que vende su tienda es el mejor del mundo, insuperable, ¡sin competidor y nunca igualado! ¿Y cómo, encima de eso, me muestra una tienda donde puedo comprar algo de mejor calidad?

Sin embargo, mejor publicidad que no podría haber hecho ... ¡de ser escandalosamente honesto! El caso es que, desde ese día, solo compré en esa tienda y allí mandé a mis amigos. “La honestidad es la mejor filosofía” - pura verdad, que pocas personas comprenden.

Cuando un hombre comienza a ser escandalosamente honesto, en todos los pensamientos, palabras y hechos de su vida, descubre algo que previamente había ignorado por completo.

Y ... ¿cómo explicar este algo?

El caso es que este individuo descubre en sí mismo un “lugar seguro”, o mejor, una especie de fortaleza, un punto de refugio en las tormentas de la vida. Y, por violento que sea, dentro de ese cielo seguro el alma vive en perfecta paz y serenidad.

Esta persona descubrió que la felicidad o la infelicidad no es algo que pueda suceder desencadenado por circunstancias externas, sino que se produce desde adentro. Esta persona encontró una gran diferencia entre la felicidad y el placer, entre la infelicidad y el sufrimiento.

Los placeres y los sufrimientos están en la superficie del ego periférico, mientras que la felicidad o la infelicidad es algo que habita en el Yo central, en el alma. Y esta persona descubre que nada o nadie puede hacerla feliz o infeliz, sino que solo ella es la autora de su felicidad o infelicidad.

Por eso, candidato a la verdadera felicidad ... Graba bien en tu corazón esta gran verdad: ¡NUNCA DEPENDERÉ DE MI FELICIDAD DE ALGO QUE NO DEPENDE DE MÍ!

Cuando un hombre, en un momento de debilidad, cede a la tentación de sustituir el código ético absoluto por un código moral relativo y fragmentado; cuando sacrifica la recta convicción de la conciencia a través de las vacilantes convenciones de la convivencia social, pronto se da cuenta de que ha perdido el sentido de seguridad interior y serenidad; que la puerta está cerrada a ese lugar seguro del alma; sentirse inseguro y a merced de circunstancias externas. Y por mucho que intente engañarse a sí mismo con intimidación y actitudes de independencia, no podrá recuperar la fuerza de la tranquilidad interior a menos que regrese de todo corazón a un código ético absoluto e incondicional.

La felicidad es algo inmenso, pero depende de pequeñas cosas, es decir, cosas que parecen pequeñas a los inexpertos; y, de hecho, todas las cosas, incluso las más pequeñas, son grandiosas cuando se hacen con la grandeza del alma.

Quien no esté dispuesto a pagar el precio de la honestidad absoluta, nunca alcanzará la verdadera felicidad interior.

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