FE INSTITUCIONALIZADA

¿Qué es una iglesia, una congregación religiosa, un culto, una secta?

En muchos casos, es una procesión fúnebre que lleva la fe muerta a la tumba. La fe solo puede vivir y prosperar en un ambiente de libertad espontánea y expansión sin obstáculos. El espíritu de fe institucionalizada dejó de ser espíritu. La fe institucionalizada por cualquier organismo burocrático oficial es, en el mejor de los casos, un cadáver de fe, pero no una fe viva y dinámica. La burocratización escrita de la fe es la muerte del espíritu de esa fe.

El hombre tiene la fe que puede tener, de acuerdo con el estado de su evolución espiritual, pero él no tiene la fe que debe tener, según los artículos y párrafos de su iglesia. Nadie puede persuadirme de tener esta o aquella fe, porque la fe es la expresión de mi convicción interna y esta convicción es el resultado de mi experiencia personal con Dios, de mi encuentro directo e íntimo con el Infinito, lo Absoluto, lo Eterno.

Todas las llamadas instituciones que llevan el emblema de alguna iglesia y dicen ser religiosas, que imponen una fe obligatoria o un credo estandarizado, son fábricas de momias, guardería de hipócritas, que practican en las mentes de sus seguidores, el estupro espiritual.

Es posible que, por algún tiempo, la fe tolere la enfermedad burocrática de estas instituciones, pero si este tipo de comportamiento continúa durante mucho tiempo y se vuelve crónico, la fe misma eventualmente enfermará y morirá, porque se ha identificado con los intereses dogmáticos, políticos, policiales, sociales y financieros de su sociedad eclesiástica. 1

--- Entonces, ¿no debería existir una iglesia visible?

Nunca dejará de existir una iglesia visible para los humanos en evolución, donde haya un grupo de hombres con intención espiritual, ya que nunca dejará de existir semillas de plantas donde haya un poderoso principio de vida. Sin embargo, no es el cuerpo de un hombre el que crea el alma, sino que es el alma la que crea el cuerpo.

Dondequiera que existan dos o tres hombres espirituales, tarde o temprano la afinidad del espíritu, la identidad de las ideas, la sinfonía de los ideales se revelará entre ellos, y así surgirá la "comunión de los santos", que crece espontáneamente desde el interior para fuera. La naturaleza íntima de la espiritualidad es ser social, comunicativa, ya que el espíritu es amor, y el amor no es aislante sino asociativo.

El hombre espiritual nunca será, por mucho tiempo, un hombre solitario, antisocial, centrífugo, opuesto a la asamblea o congregación religiosa. Pero evita el error común de querer derivar efectos de la causa en lugar de derivar la causa de los efectos. Cada vez que la letra muerta, en este caso, la simple burocracia eclesiástica, intenta crear el espíritu vivificante, eventualmente sucumbirá fatalmente asfixiada por esta burocracia eclesiástica, pero si el espíritu, vivo y vivificante puede guiar la letra muerta, incluso este ya no estará muerto, porque participará en la vida divina del espíritu.

La verdadera iglesia no es como un árbol de Navidad, sin una vida interior, aunque con muchos adornos externos: la verdadera iglesia es como una planta viva que, por su vitalidad intrínseca, produce sus efectos. Es mejor la planta más humilde y pequeña llena de vida propia que el árbol más deslumbrante adornado con lentejuelas ficticias, sin vida real.

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1)- Esta identificación, esta obediencia ciega e intransigente, con cierta fe, donde el practicante se considera el poseedor de todas las verdades religiosas, este llamado egoísmo clerical, defendido en nombre de la santidad, es lo que ha llevado, desde muchos siglos hasta hoy, al fanatismo, al egoísmo clerical, a las guerras entre religiones, al terrorismo y, en consecuencia, al descrédito que enfrentan todas las iglesias - frente al hombre verdaderamente espiritual - por el dogmatismo, la ignorancia y la reticencia de sus líderes.